1. Muchos problemas de la
educación actual surgen, entre otras cosas, porque no todos tenemos el
mismo concepto de qué es educar. Pongo varios ejemplos clarificadores: el
padre que se atrevió a cometer la imprudencia de salir junto con su hijo (menor
de edad, por cierto) en los Sanfermines delante de los toros creía que estaba
haciendo lo mejor para la educación de su hijo en ese momento. De la misma
forma que el padre que cada fin de semana lleva a su hijo realizar actividades
al aire libre en plena naturaleza cree exactamente lo mismo. Vemos pues, en
estos dos breves ejemplos, que hay maneras dispares de dirigir la educación.
Pero, ¿qué es mejor y qué es peor? Esto es difícil de afirmar pero considero que
lo primordial es que por lo menos lleguemos a un acuerdo en los valores básicos
que debemos transmitir dejando a un lado la afirmación más extendida en el
mundo educativo actual y que nos está encerrando en un callejón sin salida: “Todo
vale”. No señores, todo no vale...
2. Lo que he
destacado en el primer punto es fundamental ya que vivimos, convivimos
y educamos en sociedad. Esto quiere decir que la forma de educar de mis
vecinos, de mis familiares, es decir, del entorno va a afectar de alguna manera
u otra a la forma en que yo educo a mis hijos. Podemos llegar a establecer una
serie de acuerdos básicos a la hora de educar. Es la sociedad entera la
que educa y, por tanto, somos todos los que tenemos que colaborar
para que la educación cambie a mejor. Si logramos esto, veremos que
nos será mucho más sencillo educar y no tendremos esa sensación de que nadamos
a contracorriente sino con el viento a favor. Como muy bien afirma José Antonio
Marina "para educar a un niño hace falta la tribu entera".
3. Necesitamos
urgentemente una Alianza entre las familias y la escuela, eliminando los
recelos existentes entre ambas instituciones, acercando posturas y
trabajando codo con codo para mejorar el clima educativo existente en la
actualidad. Hemos de evitar que las relaciones entre padres y docentes sean
tensas y pasen a ser alegres basándose en la confianza mutua ya que todos
buscamos lo mismo: lo mejor para nuestros hijos y alumnos. Hemos de ser
conscientes de que ambos “jugamos en el mismo equipo” y no podemos meternos
goles en nuestra propia portería. Si los padres y el profesorado nos unimos en
esta ilusionante misión, nuestra acción educativa será muchísimo más eficaz.
4. Para
mejorar la educación es necesario que tanto las familias como la escuela
levantemos la voz y les digamos a los medios de comunicación ¡basta ya! Les
expliquemos que queremos que se preocupen por transmitir valores tales como el
esfuerzo, la voluntad, la entrega, el compañerismo, etc. Unos valores que nos
ayuden a mejorar como personas y que se dejen de una vez de bombardearnos con
la emisión continua de contravalores tales como el consumismo, la violencia, la
inmediatez, el zapping emocional, etc. Esto también facilitaría nuestra acción
educadora puesto que educaríamos de una manera conjunta sin “chocar de frente”
, que es lo que está ocurriendo en la actualidad. Estamos bombardeando
constantemente a nuestros hijos y alumnos con mensajes contradictorios
que los desorienta y desborda. Recomiendo que leas una entrada
anterior en la que hablo sobre cómo (mal)educa la televisión.
5. Hemos de cambiar la perspectiva que
tenemos sobre la educación y el Sistema Educativo: la escuela y también
los institutos son lugares donde nuestros hijos van a desarrollarse y a
formarse como personas, lugares donde deben encontrar la felicidad. Eliminemos
el tan extendido mensaje de bullying, acoso, fracaso escolar, violencia en las
aulas, etc. Actuemos para poner remedio a estos gravísimos problemas pero no
nos dejemos influir por lo que nos quieren vender algunos medios de
comunicación. La escuela no es solo eso: hay problemas que requieren una
solución urgente .Eliminemos el tan extendido pesimismo educativo y afrontemos
nuestra tarea educativa con optimismo y entusiasmo.
6. Hemos de atender y
dedicar más tiempo a nuestros hijos. Según el reciente estudio
“Encuesta Infancia 2008” elaborado por la editorial SM, más de 350.000 chicos
de 6-14 años pasan todas las tardes de los días laborable solos y más de
920.000 sienten soledad en su hogar. Dramático. Debemos pues, presionar a las
instituciones para que se produzcan mejoras reales que favorezcan la
conciliación laboral y familiar. Sólo así podremos pasar más tiempo con
nuestros hijos. Además, este tiempo es necesario que sea de calidad puesto que
es mucho más importante que la cantidad.
7. Es necesaria una
cultura educativa. Es necesario que la educación esté presente en la vida diaria y se
valore como el elemento imprescindible de mejora social. Es importantísimo que
desde los estamentos políticos se apoyen iniciativas que tengan una claro
propósito educativo y favorezcan que los jóvenes puedan participar en
actividades prosociales tales como ONG´S, asociaciones deportivas, etc. Debemos
obligar a nuestros políticos que se ocupen y preocupen de la educación, que no
la usen como arma electoral arrojadiza en sus cortoplacistas programas
electorales. La educación requiere inversión, tiempo y mucha paciencia.
8. Es necesario que la
sociedad apoye y valore la labor docente. Es importantísimo que se reconozca el
trabajo diario que están realizando los miles de docentes que trabajan en las
aulas de nuestro país. Hay que aplaudir iniciativas como la de la FAD
(Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) que todos los años realiza un
“Homenaje al Maestro” junto con un Premio a la Acción Magistral, valorando la
función social del maestro y transmitiéndolo así al resto de la sociedad.
9. Es preciso también
apoyar e impulsar las Escuelas de Madres y Padres como un lugar de
reflexión y formación de los padres así como un punto de encuentro entre las
familias y la escuela. Hemos de evitar que las Escuelas de Padres se conviertan
en una serie de “charlas repetitivas” sin un objetivo definido donde siempre se
habla de lo mismo y al final los padres se cansan y dejan de participar. Hemos
de comprometernos para cambiar urgentemente el rumbo, la dinámica y el
verdadero sentido de las Escuelas de Madres y Padres.
10. Es urgente que todos
nos pongamos a trabajar ya mismo para que mejorar la educación sea la tendencia
natural en nuestra forma de vida . Todos podemos aportar nuestro pequeño
granito de arena en esta gran tarea. Necesitamos plantearnos una serie de
cambios que nos ayudarán a mejorar la educación y conseguiremos una Escuela del
siglo XXI.
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